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Un tiempo que me conduce a lo nuevo.
Antes de la Consumación (64)
arriba Li, Lo Adherente, el fuego
abajo K’an, Lo Abismal, el agua
Este hexagrama describe un tiempo bisagra. Un período en el cual se describe la transición de un tiempo viejo a lo nuevo.
Abajo o adentro tenemos al Agua, las emociones y también el peligro, esa mezcla de temor, incertidumbre y ansiedad. Por eso nos está diciendo que el pequeño zorro necesita atravesar el agua.
Entonces el I Ching sugiere que, para atravesar un momento de giro, incertidumbre, de cambio, necesitamos ir despacio y con cautela. No podemos lanzarnos sin medir. Sin duda lo nuevo, con la claridad del Fuego,
se encuentra al otro lado de la orilla.
El camino hacia lo nuevo aún no está firme. Hay etapas que deben cumplirse, temas que necesitamos cerrar o soltar. El zorro como imagen representa la inteligencia, la astucia. Pero este, es un zorro joven, por lo cual le falta experiencia. Por otro lado, el zorro tiene una cola grande, pesada y como todos los animales corredores, la usa de timón. Entonces sí se le moja la cola y se le hunde en el agua, no solo no puede seguir su camino, sino que corre el riesgo de ser arrastrado por el agua y hundirse. También podríamos decir que pierde el timón, pierde el rumbo.
Podríamos que decir que tenemos la posibilidad de dar un salto en espiral. Si no se nos hundió la cola del agua, y fuimos cautelosos llegamos a un punto de giro como en un cilindro evolutivo. Es entonces que algo vuelve a empezar, desde otro plano. Quizás la situación sea similar, pero ya tenemos otro nivel de conciencia por lo cual podemos vivirlo o atravesarlo de otra manera.

El zorro como imagen representa la inteligencia, la astucia
Un árbol suelta sus hojas porque está cerrando un ciclo para después comenzar otro. Con ese ejemplo de la naturaleza podemos incluir a todos los demás. Una etapa de la vida que se termina, un estudio que concluyó. Me recibí y ahora tengo que salir a desenvolverme como profesional, entonces dejamos el tiempo de estudiante y entramos a otra etapa. Dejamos la casa de nuestros padres y nos independizamos. Estos siempre son momentos de transición y de cambio.
Como la misma imagen del hexagrama tenemos que salir, atravesar el agua para entrar a otra instancia. Este hexagrama nos muestra justo el momento de la transición de un plano a otro, de una etapa a otra y en este punto hay turbulencia. Turbulencia porque lo viejo está quedando atrás, pero lo nuevo aún no se manifiesta. Estamos en el momento en el cual necesito poner cada cosa en su lugar para poder avanzar y esto hay que hacerlo despacio y con cautela como el viejo zorro.
LAS LINEAS
Cada una de las líneas nos muestran distintas formas de llevar adelante esta transición, este momento de giro, según el lugar en el que nos encontremos.
Entonces podemos dejarnos llevar por la ansiedad de la primera línea donde “Se le hunde la cola en el agua”.
En la segunda línea tenemos fuerza, tenemos la posibilidad de cruzar, pero nos recomienda ir despacio y con paciencia. Aún falta un largo trecho, es por eso que nos recomienda tener paciencia y estar atentos para poder detectar cuando se abre el camino. S
En la tercera línea, nos encontramos saliendo del peligro. Justo en el límite del trigrama Agua, estamos a punto de llevar a cabo la travesía y obtener claridad necesaria. Esta Línea nos conduce a la transformación que nos propone El Caldero hex50
En la cuarta ciertamente la situación está cambiando. Es el momento de establecer las bases para el futuro.
La quinta es la línea central del trigrama Fuego, por lo cual es una línea esclarecida. Esta línea es la que no arremete, es cautelosa, dúctil, por eso logra atravesar el peligro y las complicaciones dirigiéndose hacia una nueva instancia.
La sexta línea sin duda logro la travesía, por eso celebra. Pero el I Ching nos pide tranquilidad. Mantener la cautela no vaya a ser que festeje antes de tiempo. Es cierto que las cosas están dadas. Es una advertencia porque justamente por ese exceso de júbilo o de celebración podemos llegar a perder la carrera. Ningún exceso es bien tomado, no nos olvidemos que el estudio del I Ching refleja el camino del Noble que es el camino del medio. De hecho, al moverse esta línea me conduce al H40 La Liberación.
El ultimo hexagrama del I Ching, le hace honor a su nombre “El Libro de los Cambios” termina en un giro. Algo termino y otra etapa vuelve a comenzar. Al parecer este hexagrama es como si me dijera – esto por lo que venías pasando ya terminó, estás justo en el momento en donde está por comenzar otra cosa, otra etapa otro trabajo otro vínculo… y Como dice un Tema de Alonso del Rio
“Cuando creas que todo acabo
Todo vuelve a empezar
Cuando creas que ves el final
No será que recién va a empezar”
Hasta la próxima.
Laura Paradiso.
en la versión de Richard Wilhelm leemos:
Wei Chi / Antes de la Consumación-64
arriba Li, Lo Adherente, el fuego
abajo K’an, Lo Abismal, el agua
Este signo señala el tiempo en el cual todavía no se ha consumado la transición del desorden al orden. La transformación, por cierto, ya está preparada, puesto que todos los trazos del trigrama de arriba guardan relación con los del trigrama de abajo. Pero todavía no se hallan en su sitio. Mientras que el signo anterior se asemeja al otoño que forma la transición del verano al invierno, este signo es como la primavera que, partiendo del período de estancamiento del invierno, conduce hacia el tiempo fértil del verano. Con esta esperanzada perspectiva concluye el Libro de las Mutaciones.
EL DICTAMEN
Antes de la Consumación. Logro.
Pero si al pequeño zorro,
cuando casi ha consumado la travesía,
se le hunde la cola en el agua,
no hay nada que sea propicio.
Las circunstancias son difíciles. La tarea es grande y llena de responsabilidad. Se trata nada menos que de conducir al mundo para sacarlo de la confusión y hacerlo volver al orden. Sin embargo, es una tarea que promete éxito, puesto que hay una meta capaz de reunir las fuerzas divergentes. Solo que, por el momento, todavía hay que proceder con sigilo y cautela. Es preciso proceder como lo hace un viejo zorro al atravesar el hielo. En la China es proverbial la cautela con que el zorro camina sobre el hielo. Atentamente ausculta el crujido y elige cuidadosamente y con circunspección los puntos más seguros. Un zorro joven que todavía no conoce esa precaución, arremete con audacia, y entonces puede suceder que caiga al agua cuando ya casi la ha atravesado, y se le moje la cola. En tal caso, todo el esfuerzo ha sido en vano.
En forma análoga, en tiempos anteriores a la consumación, la reflexión y la cautela constituyen la condición fundamental del éxito.
LA IMAGEN
El fuego está por encima del agua:
La imagen del estado anterior a la transición.
Así el noble es cauteloso en la discriminación de las cosas,
a fin de que cada una llegue a ocupar su lugar.
Cuando el fuego, que de todas maneras puja hacia lo alto, se halla arriba, y el agua, cuyo movimiento es descendente, se halla abajo, sus efectos divergen y quedan sin mutua relación.
Si se desea obtener un efecto, es necesario investigar en primer lugar cuál es la naturaleza de las fuerzas que deben tomarse en consideración y cuál es el sitio que les corresponde.
Cuando a las fuerzas se las hace actuar en el sitio correcto, surtirán el efecto deseado y se alcanzará la consumación. Pero a fin de poder manejar debidamente las fuerzas exteriores, es menester ante todo que uno mismo adopte un punto de vista correcto, pues solo desde esa mira podrá actuar adecuadamente.
LAS DIFERENTES LINEAS
Al comienzo un seis significa:
Se le hunde la cola en el agua.
Humillante.
En tiempos de desorden se siente uno tentado a descollar cuanto antes, a fin de realizar algo notable. Pero semejante entusiasmo no conduce más que al fracaso y a la humillación, mientras no haya llegado el momento de actuar. En tales épocas será prudente guardar reserva, para eludir así la afrenta del fracaso. (Obsérvese la diferencia entre esta situación y la del primer trazo del signo anterior).
Nueve en el segundo puesto significa:
El frena sus ruedas.
La perseverancia trae ventura.
Tampoco en este caso ha llegado, hasta ahora, el momento de actuar. Pero la paciencia que es menester no debe implicar una espera inerte, un modo de vivir al día. Esto, a la larga, no procuraría éxito alguno. Antes bien, es necesario cultivar en uno mismo la fuerza que pueda capacitar para el avance. Es como si, para llevar a cabo la transición, hubiese que disponer de un carruaje, pero que por el momento sea necesario frenarlo. La paciencia, en su sentido más lato, es energía refrenada. Por eso uno no debe quedarse dormido perdiendo de vista el objetivo, pues si se mantiene fuerte y constante en su resolución, finalmente todo marchará bien.
Seis en el tercer puesto significa:
Antes de la consumación el ataque trae desventura.
Es propicio atravesar las grandes aguas.
Ha llegado el momento de la transición. Pero uno no posee la energía necesaria para llevar a cabo esa travesía. Si intentara lograrlo a la fuerza, el resultado sería desventurado, precisamente porque en ese caso el derrumbe sería inevitable. ¿Qué debe hacerse entonces? Hace falta crear una nueva situación; atraer la energía de ayudantes capaces, para dar juntos el paso decisivo: atravesar las grandes aguas. Entonces la consumación será posible.
Nueve en el cuarto puesto significa:
La perseverancia trae ventura. Se desvanece el arrepentimiento.
Conmoción para castigar la tierra diabólica.
Durante tres años habrá recompensas con grandes reinos.
Ha llegado el tiempo del combate. La transición debe llevarse a cabo. Es necesario afirmarse enteramente en el mantenimiento de la decisión; esto traerá ventura. Todos los escrúpulos que uno pudiera concebir en tan graves momentos deben acallarse. Es cuestión de librar una lucha denodada para conmover y castigar la tierra diabólica, o sea los poderes del derrumbe. Pero la lucha también encontrará su recompensa. Ahora es el momento de echar los cimientos de poder y dominio para el futuro.
Seis en el quinto puesto significa:
La perseverancia trae ventura. No hay arrepentimiento.
La luz del noble es verdadera.
¡Ventura!
Se ha conquistado la victoria. La fuerza de la constancia no se vio defraudada. Todo anduvo bien. Todos los escrúpulos se han superado. El éxito ha dado la razón a la acción. Brilla nuevamente la luz de una personalidad noble que se impone entre los hombres y logra que crean en esa luz y la rodeen. Ha llegado el tiempo nuevo, y con él la ventura. Y así como después de la lluvia el sol alumbra con redoblada belleza, o como el bosque, después de un incendio, resurge de las ruinas carbonizadas con multiplicado frescor, así el tiempo nuevo se destaca con acentuado resplandor por sobre la miseria del tiempo que pasó.
Al tope un nueve significa:
En verdadera confianza se bebe vino.
No hay falta en ello. Pero cuando uno se moja la cabeza,
en verdad la perderá.
Antes de la consumación, en el umbral de los tiempos nuevos, se junta uno con los suyos, en plena confianza mutua, y deja que transcurra el tiempo de la espera disfrutando de una copa de vino. Puesto que la nueva época ya está en cierre y comenzará inmediatamente, no hay falta en ello. Sin embargo, al proceder así, es necesario cuidarse de exceder la justa medida. Si en un exceso de ímpetu travieso se vierte el vino sobre la cabeza, se pierde la situación favorable por falta de moderación.
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buenisimo
buenisimoMuy esclarecedor.
Gracias Elida.