Sung/ El Conflicto Hexagrama 6

arriba Ch’ien, Lo Creativo, el Cielo
abajo, K’an, Lo Abismal, el agua

Todo conflicto esta basado en una contraposición de intereses, miradas o posiciones respecto de una situación.

Observemos los trigramas. Aquí, el Agua, simboliza peligro, las emociones turbulentas, el lanzarme sin medir consecuencias, se encuentra adentro (trigrama inferior). Por lo que corro el riesgo de desbordarme con la sensación de no encontrar por donde salir. Pero, como el Agua siempre encuentra por donde salir, el texto nos habla de astucia.

Ahora, ¿Qué podemos decir del trigrama superior Cielo?

El Cielo es expansivo, fuerte, potente, tiene mucho poder, me da sentido y dirección. También puede ser la prepotencia. Entonces, Si internamente, nos sentimos en riesgo y lo que tenemos hacia fuera es fuerza y potencia, es muy probable que generemos un conflicto.

Además, ambos trigramas tienen direcciones diferentes, el Agua, naturalmente tiene un movimiento descendente y el Cielo ascendente, acentuando un choque de intereses. Uno tira para un lado y otro para otro lado.

Si damos vuelta este hexagrama vemos que el Cielo está adentro y el agua afuera. Aquí tenemos el hexagrama 5 La Espera. Este me muestra qué la fortaleza interna otorgada por el Cielo me permite esperar sin desbordarme y sabiendo cuándo avanzar frente al peligro que se encuentra afuera.

[pullquote]No basta con tener razón. A veces, es preferible no entrar a un conflicto a tener razón.[/pullquote]

El “no es propicio atravesar las grandes aguas” nos sugiere que no me deje arrastrar por las emociones por ser intempestiva por llevarme todo por delante con tal de lograr mi objetivo. Y acá, lo interesante es que este consejo es independiente de si tengo o no razón “eres veraz y te frenan” nos dice el I Ching. Hay veces es que no basta con tener razón, a veces es preferible no entrar a un conflicto a tener razón.

También me advierte que: Si tengo desequilibrios internos, estos me van a paralizar o anular la fuerza que necesito para atravesar el conflicto. Entonces no puedo enfrentar nada porque cualquier cosa me tumba.

Por ejemplo: si en una discusión de cualquier índole donde la razón esta de mi lado, si me desbordo y me excedo en mi planteo o reclamo, solo desestabilizo mi posición. Como la frase

“El que se enoja pierde”

Además, el otro se pone a la defensiva y no puede escucharme desde mi desborde.

SIGNOS NUCLEARES

6- El Conflicto 37- El Clan

Si observamos los signos nucleares podemos ver que aquí El Clan hex 37 nos muestra como respetar el rol que cada uno ocupa, con sus respectivos deberes y derechos. Donde, si me salgo de lugar aparece el Conflicto.

LAS LINEAS

Las Líneas nos muestran que posición ocupo en referencia al conflicto. Observen que la única línea correctamente ubicada es la quinta, regente del signo, que es la que puede resolver el conflicto, todas las demás serán los litigantes.

En la primer línea partimos desde el consejo de no sostener el conflicto, no darle más importancia o peso del que tiene. Esta es una línea blanda, no tiene fuerza para pleitear, y además puede que se esté dejando llevar por un capricho. Una discusión que se diluye porque seguramente no tenga sustento, y no tiene sentido agravar la situación.

La segunda es una línea es fuerte en un puesto blando, no se encuentra en una posición de poder, pero tiene fuerza y sobre todo orgullo. No le sirve de nada mandarse como un ariete, el otro es más poderoso. Es una pérdida de energía. Fíjense que al mutar esta línea me lleva al hexagrama 12 El Estancamiento.

La tercer línea, blanda y dócil, remite a la línea de Lo Receptivo La Tierra donde decía que uno no busque obras, sino que la lleve a cabo. Esto habla de estar buscando reconocimiento todo el tiempo. Como es una línea blanda en un puesto fuerte, se siente inseguro y necesita de alguna manera llamar la atención y como dice el texto está propensa al arrebato. Esto es así porque es la línea central del trigrama del agua y la inferior del fuego. Habla de robo porque el agua también tiene que ver con los ladrones, y ese es el temor de esta línea. Pero la realidad, es que nadie te puede quitar lo que te pertenece, o lo que lograste en tu trayectoria y con tu experiencia. Lo importante es lo que uno haga basado en su saber después el reconocimiento puede que se lo lleve otro tu jefe o quien sea.

Me está pidiendo aquí la humildad y sabiduría del Agua y la claridad del Fuego esto es tomar las cualidades de los trigramas en su fase posibilitadora. Sin duda es una patada al ego. No nos podemos olvidar que el conflicto está dado porque adentro hay turbulencia. El conflicto está en no aceptación de algo. Si una de las dos partes no pleitea no hay conflicto. Es por eso que esta línea me conduce al hexagrama 33 La Retirada

A veces el conflicto solo se resuelve aceptándolo y esto lo vamos a ver en otra línea. Los consejos del I Ching siempre me conducen por un lado aceptar la diferencia, pero principalmente a no perpetuar el conflicto.

La cuarta línea acepta lo que está pasando. Fíjense que al formar parte del clan reconoce cuál es el lugar que ocupa y acepta. Hay un término en constelaciones qué es “asentir al destino”. Esto implica que, aunque, no me guste y no comprenda y no pueda cambiar lo que está pasando lo acepto. En el momento en que lo acepto, esta línea muta y entonces el cielo se transforma en viento y disuelve el egoísmo que nos separa, como dice el hexagrama 59 La Disolución, donde me conduce mutar esta línea. La suavidad del viento disuelve lo que me separa del otro. El Viento baja los designios del Cielo y disuelve el conflicto.

La quinta línea como regente es quien resuelve el conflicto. Línea central y fuerte del trigrama del Cielo, mutando esta línea gira la situación ya que me lleva al hexagrama 64 Antes de la Consumación . Para eso hay que tener cautela, experiencia, no dejarse llevar por un arrebato.

La sexta línea nos muestra que el tiempo del Conflicto termino. Un momento donde hice tanta fuerza que obtuve lo que quería, pero se perpetua el conflicto. Es un triunfo momentáneo porque al intentar vencer genero más conflicto. De hecho, si muto esta línea me conduce a La Desazón hexagrama 47.

Sin duda este es un hexagrama difícil, pero de un aprendizaje meridiano. Cuando estamos en medio de un conflicto nos resulta difícil leerlo, porque muchas veces nos cegamos. Estamos acostumbrados a ir al choque y ver cómo le doblo el brazo al otro, quien es más astuto o fuerte. Y justamente todo el hexagrama me enseña cómo evitar el pleito y salir del conflicto.

Por eso les recomiendo leerlo cuando uno no tiene conflicto y recordarlo cuando estamos en medio de él.

Hasta La próxima.

Laura Paradiso

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en la versión de Richard Wilhelm podemos leer:

Sung / El Conflicto (El Pleito)

arriba Ch’ien, Lo Creativo, el Cielo

abajo, K’an, Lo Abismal, el agua

El signo primario superior, cuya imagen es el cielo, orienta su movimiento hacia arriba; el signo primario inferior – agua -, conforme a su naturaleza tiende hacia abajo. Los rumbos de movimiento de las dos mitades divergen y esto da por resultado la idea de conflicto. Cualidad de lo creativo es la fuerza, la energía; la de lo abismal es el peligro, la astucia.
Allí donde la astucia se enfrenta con la fuerza violenta, hay querella, conflicto.
Una tercera deducción, referida al carácter, se impone en virtud del enlace de una insondable, abismal astucia en lo interior con una enérgica decisión en lo exterior. Un carácter semejante será seguramente pendenciero.

EL DICTAMEN

El conflicto: eres veraz y te frenan. Detenerse con cautela a mitad de camino trae ventura. Ir hasta el fin trae desventura. Es propicio ver al gran hombre. No es propicio atravesar las grandes aguas.

El conflicto surge cuando alguien, sintiendo que está en su buen derecho, se topa con resistencias. Sin esa convicción de que uno está en su derecho, la resistencia conduce a la astucia o a la trasgresión violenta, y no al pleito abierto.
Cuando uno se halla envuelto en un pleito, lo único que podrá traerle salvación es una vigorosa y firme serenidad, dispuesta en todo momento a la conciliación del pleito, al arreglo a mitad de camino. Continuar la querella hasta su amargo fin acarrea malas consecuencias, aun cuando uno concluya teniendo razón, puesto que en tal caso se perpetúa la enemistad. Es importante ver al gran hombre, vale decir a un hombre imparcial, cuya autoridad sea suficiente como para solucionar el pleito en forma pacífica o bien para fallar con justicia. Por otra parte, en tiempos de discordia es preciso evitar “atravesar las grandes aguas”, vale decir iniciar empresas riesgosas, pues éstas, si han de tener éxito, requieren una real unificación de fuerzas. El conflicto en lo interior paraliza la fuerza necesaria para triunfar sobre el peligro en lo exterior.

LA IMAGEN

Cielo y agua se mueven en sentido contrario: la imagen del conflicto. Así el noble, en todos los negocios que realiza, reflexiona debidamente sobre su comienzo.

La imagen indica que las causas del conflicto residen en las orientaciones opuestas, ya previamente existentes, de ambas partes. Una vez que aparecen tales direcciones divergentes necesariamente se origina en ellas el conflicto. Se infiere entonces que a fin de precaver el conflicto conviene pensar cuidadosamente en todo desde el mismo comienzo. Cuando se establecen claramente derechos y deberes, o si en una asociación humana convergen las orientaciones espirituales, la causa del conflicto queda de antemano eliminada.

LAS DIFERENTES LINEAS

Al comienzo un seis significa:
Si uno no perpetúa la cuestión
habrá un poco de chismorreo.
Al cabo llega la ventura.

Mientras el conflicto se halla todavía en su comienzo incipiente lo mejor que puede hacerse es abandonarlo. Sobre todo frente a un adversario más fuerte no es aconsejable dejar que las cosas avancen hasta producirse el debate del pleito. Tal vez se llegue así a un breve cambio de palabras, pero finalmente todo irá bien.

Nueve en el segundo puesto significa:
Uno no puede pleitear, retorna a su casa y lo elude.
Las gentes de su ciudad, trescientas casas,
quedan libres de culpa.

En la lucha con un adversario superior, la retirada no es ninguna vergüenza. El retirarse a tiempo evita malas consecuencias. Si instigado por un falso amor propio, uno promoviera el conflicto, provocaría su propia desgracia. En un caso semejante, una sabia transigencia redunda en bien de todo el vecindario que, de esta manera, no se verá arrastrado al conflicto.

Seis en el tercer puesto significa:
Nutrirse de antigua virtud da perseverancia.
Peligro, al cabo llega la ventura.
Si acaso sigues obediente al servicio de un rey,
no busques obras.

Hay aquí una advertencia acerca del peligro que implica la propensión al arrebato. Sólo lo que uno se ha ganado honradamente, en virtud de méritos previos, constituye una posesión duradera. Semejante posesión puede por cierto sufrir ataques ocasionales, mas puesto que se trata de real propiedad, no puede ser objeto de un robo. Pues no puede perderse lo que a uno le corresponde merced al poder de su propia naturaleza. Cuando uno entra al servicio de un superior, el conflicto sólo puede evitarse si uno no se propone realizar obras para hacer mérito; bastará que éstas se hagan. El honor de hacerlas bien puede dejársele al otro.

Nueve en el cuarto puesto significa:
Uno no puede pleitear,
se vuelve y acata el destino,
cambia, y encuentra paz en la perseverancia.
¡Ventura!

Al principio, una actitud interior que no halla sosiego. Uno no se siente cómodo en la situación en que se encuentra y quisiera pleitear para procurarse una mejor situación. Tiene que habérselas con un adversario más débil y estaría por lo tanto perfectamente capacitado para hacerlo -he aquí una diferencia en comparación con “nueve en el segundo puesto”-, sin embargo, pleitear no le resulta, porque no hallando para ello justificación interior, su conciencia no se lo permite. Por lo tanto opta por volverse atrás y se conforma con su destino. Modifica su actitud y encuentra paz duradera en la armonía con la ley eterna. Esto aporta ventura.

Nueve en el quinto puesto significa:
Pleitear ante él trae elevada ventura.

Aparece aquí el componedor del pleito; es poderoso y justo y dispone de la fuerza necesaria para imponer el derecho. En sus manos puede dejarse un litigio con toda confianza. Si uno tiene razón y está en su derecho obtendrá gran ventura.

Al tope un nueve significa:
Aún cuando acaso a alguien se le otorgue un cinturón de cuero,
al terminar la mañana le será arrancado tres veces.

Aquí se describe a una persona que ha llevado el pleito hasta su amargo fin haciendo valer su razón. Se le confiere una distinción. Pero esta dicha no es duradera. La atacarán una y otra vez, y un conflicto sin fin será la consecuencia.