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Hexagrama 59 La Disolución
arriba Sun, Lo Suave, el viento
abajo K’an, Lo Abismal, el agua
La Disolución se basa en la dispersión de aquello que nos separa, de aquello que nos impide ver que «Somos todos Uno».
Nikola Tesla Dijo
“Todos somos uno, solo nos separan los egos, las creencias y los miedos” . “Las diferencias enriquecen, el respeto nos une.”
Aquí tenemos al Viento soplando sobre las Aguas . El Viento, es la madera, que además de representar una balsa que nos permitirá atravesar las Aguas uniendo aquello que se encuentra separado, es suave. Sun, también es como comprendo, como despejo y disuelvo el temor y las dificultades que desde esa perspectiva puedo abarcar ya que el Agua como todos nuestros temores, es peligrosa, pero también es la posibilidad de ir a fondo en una situación y adquirir sabiduría al respecto.
¿Qué disuelve el hexagrama 59 “La Disolución”?
El viento dispersa lo que nos está separando, disuelve las barreras disuelve la capa superficial de la personalidad y de esa forma el egoísmo que nos separa no solo de los demás, sino de nosotros mismos, permitiéndonos acercarnos a nuestro templo, como símbolo del “Sí mismo”. Y aquí nuevamente, esto solo le logra con suavidad. Ingresar a nuestro templo representado por el signo nuclear Montaña, implica ingresar a mí mismo, a mi propio templo.
LAS DIFERENTES LINEAS
En las líneas vemos todo el tiempo como El I Ching nos está hablando del disolver nuestra aspiración personal inmediata.
La primera línea nos muestra cómo superar la separación en sus primeros tramos tomando la situación a tiempo, no permitiendo que esta diferencia nos lleve a un conflicto.
La segunda línea nos invita a trabajar con nosotros mismos y ver nuestra responsabilidad en la situación. Es entonces cuando uno pregunta por una situación y El I Ching nos termina diciendo -mira que la que estás enojada sos vos, hacete cargo -. Si esta línea muta el trigrama se transforma en la tierra entonces te dice sé más receptiva conduciéndonos al hexagrama 20 La Contemplación el cual describe un tiempo para tomar perspectiva y ver las cosas desde un plano más elevado.
La tercera línea nos habla de eliminar la queja, uno ofrece algo suyo en post de algo superior. Hay algo que es más grande, hay un objetivo superior.
La cuarta línea nos invita a asumir una responsabilidad, si estoy a cargo de un proyecto quizá tenga que viajar o destinar más horas para llevarlo a cabo. Nuevamente lo personal se desplaza.
…“Quien se atreva a esta renuncia a lo próximo, ganará lo lejano”…
La quinta línea nos habla de atravesar la crisis. Es lo que permite la unión, atravesar el momento crítico de un parto y abrazar al bebé. Es la línea que nos permita resolver esta famosa grieta que nos separa en posturas políticas, ideológicas o religiosas, aparentemente irreconciliables hasta el momento. Por eso es la línea regente del hexagrama.
En la sexta línea puede ser que uno esté perdiendo mucha energía en algún asunto. Esta es la persona que puede ver el peligro antes que el resto y ayuda a los suyos. La pérdida de sangre puede significar también pérdida de energía, de dinero. Disolver la sangre es disolver la pérdida.
Pensemos que al mutar esta línea se transforma el trigrama el Agua, y todo el signo pasa a ser Lo Abismal (29) por eso habla de mantenerse alejado del Peligro.
Para terminar les dejo un video
Hasta la próxima
Laura Paradiso
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En la versión de Richard Wilhelm leemos:
Huan / La Disolución
arriba Sun, Lo Suave, el viento
abajo K’an, Lo Abismal, el agua
El viento que planea sobre la superficie de las aguas las dispersa y disuelve en espuma y bruma. Esto implica también la idea de que la energía vital, cuando se acumula en el hombre (cosa que por el atributo del signo inferior es señalada como peligro), vuelve a ser dispersada y disuelta por la suavidad.
EL DICTAMEN
La Disolución. Éxito.
El rey se acerca a su templo.
Es propicio cruzar las grandes aguas.
Es propicia la perseverancia.
El signo, en su texto, ofrece similitud con el signo Ts’ui, “La Reunión” (Nº 45) .Allí se trata de la reunión de lo separado, o sea de cómo las aguas se reúnen sobre la tierra en lagos. Aquí se trata de la dispersión y la disolución del egoísmo, separador. El signo “La Disolución” señala, por así decirlo, el camino que conduce a la reunión. De ahí se explica la similitud del texto.
Para superar el egoísmo separador de los hombres es menester recurrir a las fuerzas religiosas. La celebración comunitaria de las grandes fiestas sacrificiales y de los grandes servicios religiosos, que al mismo tiempo fueron expresión del nexo y de la estructuración social entre familia y Estado, era el medio que aplicaban los grandes soberanos para suscitar en los corazones una emoción mancomunada gracias a la música sacra y la magnificencia de las ceremonias, y hacer que ésta los despertara a la conciencia del origen común de todos los seres.
Así se vencía la separación y se disolvía la rigidez. Otro recurso para el mismo fin lo constituye la cooperación en grandes empresas llevadas a cabo en común, que brindan a la voluntad una gran meta y, por requerimiento de esa meta, disuelven todo lo que separa, tal como en un barco que cruza una gran corriente todos los que están a bordo han de unirse en la faena colectiva.
Sin embargo, sólo un hombre libre él mismo de todo pensamiento parásito egoísta, y que está arraigado en la justicia y constancia, es capaz de lograr semejante disolución de la dureza del egoísmo.
LA IMAGEN
El viento planea sobre el agua: la imagen de la disolución.
Así los antiguos reyes ofrecían sacrificios al Señor y erigían templos.
En otoño e invierno el agua comienza a congelarse y a convertirse en hielo. Al llegar los aires suaves de la primavera, se disuelve la congelación y lo disperso en bloques de hielo vuelve a reunirse. Lo mismo acontece también con el ánimo del pueblo. A causa de la dureza y del egoísmo se congela el corazón y esa rigidez lo separa de todo lo demás. El egoísmo y la avidez aíslan a los hombres. Por eso es necesario que una devota emoción se apodere del corazón humano. Éste ha de soltarse en sagrados estremecimientos de eternidad que lo sacudan con la intuición de la presencia del Creador de todos los seres, y lo unifiquen gracias al poder de los sentimientos de comunidad durante la sagrada celebración de la adoración de lo divino.
LAS DIFERENTES LINEAS
Al comienzo un seis significa:
El aporta ayuda con la fuerza de un caballo.
¡Ventura!
Aquí se trata de superar la separación en sus primeros comienzos aun antes de que se haya iniciado; de dispersar las nubes aun antes de que se conviertan en tormenta y lluvia. En tales épocas, en que se presentan en las disposiciones de ánimo desviaciones ocultas, que tienen por consecuencia malentendidos mutuos, es necesario actuar pronto y con vigor, a fin de disolver estos malentendidos y la mutua desconfianza.
Nueve en el segundo puesto significa:
Durante la disolución él corre hacia su sostén.
El arrepentimiento se desvanece.
Cuando uno descubre en sí mismo los comienzos de su apartamiento de los demás, de misantropía y de mal humor, es cuestión de dispersar tales estancamientos. Es preciso que uno tome interiormente la iniciativa y se encamine rápidamente hacia lo que es para él un apoyo. Semejante sostén no reside jamás en el odio, sino siempre en una apreciación mesurada y justa de los hombres, mezclada con benevolencia. Una vez recuperada esta visión libre referente a la humanidad y dispersado todo bilioso mal humor, desaparece todo motivo de arrepentimiento.
Seis en el tercer puesto significa:
El disuelve su yo. No hay arrepentimiento.
Bajo ciertas circunstancias las tareas suelen tornarse tan pesadas como uno ya no puede pensar en sí mismo. Entonces de be dejar completamente de lado su propia persona, dispersar todo lo que el yo quisiera acumular en su torno como barrera, con fines de separación. Tan sólo sobre la base de un gran renunciamiento se conquista la fuerza necesaria para lograr grandes realizaciones. Teniendo uno su meta fuera de sí mismo, y puesta en una gran causa, podrá alcanzar esta actitud.
Seis en el cuarto puesto significa:
El se aparta de su grey. ¡Elevada ventura!
Por la disolución se obtiene acumulación.
Esto es algo en que los hombres comunes no piensan.
Cuando uno trabajo en una tarea destinada a la gran totalidad, deberá dejar de lado todas sus amistades privadas. Únicamente si se eleva por encima de los partidismos podrá realizar algo decisivo. Quien se atreva a esta renuncia a lo próximo, ganará lo lejano. Pero para poder comprender este punto de vista le hará falta una amplia visión de la trama de la vida, como sólo lo logran hombres fuera de lo común.
Nueve en el quinto puesto significa:
Disolventes como sudor son sus altos clamores.
¡Disolución! Un rey permanece sin mácula.
En épocas de general disolución y separación, un gran pensamiento forma el núcleo que permite emprender la organización de una mejoría. Así como una enfermedad llega a su crisis gracias al disolvente sudor, así en tiempos de general estancamiento un pensamiento grande y sugestivo es una verdadera salvación. Los hombres tienen entonces algo en torno a lo cual pueden reunirse: un hombre gobernante capaz de disipar malentendidos.
Al tope un nueve significa:
El disuelve su sangre.
Alejarse, mantenerse apartado, salir afuera, es sin defecto.
La disolución de la sangre significa disolver, eliminar lo que podría causar sangre y heridas: evitar el peligro. Mas no se expresa aquí la idea de que en este caso uno elude las dificultades sólo para sí, sino de que también salva a los suyos, les ayuda a alejarse aun antes de que aparezca el peligro, a mantenerse apartados de un peligro existente y a encontrar la salida de un peligro que ya se ha apoderado de ellos. De este modo hará lo recto.
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