I Ching El Pozo de Agua Laura Paradiso

¿Por qué el Pozo de Agua?

Los pozos de agua fueron esenciales para garantizar la vida de cualquier pueblo. Seguramente por eso desde los comienzos de la historia, fueron quizá los sitios más preciados en todas las comunidades, indistintamente de su latitud.

El pozo de Agua (hex48), junto con el Caldero (hex50), son los dos hexagramas a través del cual el I Ching se autodefine como herramienta de desarrollo, evolución y nutrición.

Por eso El Pozo de Agua es un lugar donde abrevar. Es la conexión con la fuente, con la universalidad. Por eso, este no disminuye y no aumenta y siempre se encuentra disponible para todo el que quiera beber de él.

I Ching El Pozo de Agua Laura Paradiso

El Pozo nos habla de la posibilidad de descender a las profundidades de nuestro Ser en busca de respuestas, de sabiduría, de consejo o sanación. Descender a las profundidades de nuestro Pozo en busca de conexión espiritual. Reconocer nuestro propio Pozo y reflexionar acerca del uso que hacemos de él. Observar en qué estado se encuentra y preguntarme cómo accedo a través de él a mi propia fuente.

El Pozo es lo que permanece, ya que este no se modifica, pero quien bebe de sus profundas aguas recibe su efecto vivificante. El Pozo es lo invariable dentro de la transformación que beber de él propicia. Sumergirnos en el pozo, es ponernos en contacto con una fuente de inspiración. Es ir al encuentro de nuestra propia esencia, profunda y muchas veces desconocida. Invisible es el camino del espíritu que me conduce hacia el Pozo de Agua. Beber del pozo es sosiego en el camino del peregrino, despertar espiritual para el místico, fuente de sabiduría para el buscador. Un lugar de alimento y nutrición. Por eso… “En el pozo hay una fuente Clara y fresca de la que se puede beber”.

Laura Paradiso

Astrología

Si logramos ver la Carta Natal como una matriz, un mandala multidimensional que opera en el espacio-tiempo. Podemos abordar el estudio de nuestra carta natal de cara a lo que hoy soy. Esto nos permite indagar y comprender por qué nos pasa lo que nos pasa, por qué repetimos situaciones y vínculos. Comprender con qué elementos contamos para integrar esa porción de nuestro Ser más profundo que dejamos fuera y nos corresponde experimentar y reconocer como propia.

Desde los comienzos de la humanidad, el hombre miró hacia arriba. Contempló los movimientos del Cielo. Miró hacia abajo. Observó lo que ocurría en la Tierra. Indagar en astrología es sumergirnos en el misterio que encierra el movimiento del cielo. Observar su infinito correlato con los acontecimientos que nos rodean; lo que sentimos y cómo los vivimos. Pero, además, sin perder de vista cómo y desde qué lugar reaccionamos a ese movimiento.

La Astrología es, desde sus inicios, una ciencia empírica. Una herramienta basada en la observación.

El cielo es una gran danza, una sinfonía en continuo movimiento. La astrología nos invita a afinar el oído y percibir el ritmo que este nos propone. Convirtiéndose en un nexo con el misterio que se nos plantea como lo externo a nosotros.

Salir de la fantasía de un yo individual, separado de lo que nos rodea, es sin duda un golpe nuestra personalidad superficial e individualista. Ese es quizá el primer paso para comenzar a corrernos del estado predatorio que nos caracteriza hoy a los humanos. Un estado vinculado a la necesidad de supervivencia el cual, aunque innecesario y obsoleto, se encuentra profundamente arraigado en nuestro psiquismo.

I Ching

El I Ching se conoce como “El Libro de las mutaciones” o de los Cambios- Es un milenario tratado de sabiduría oriental, reconocido como uno de los libros más importantes en la literatura universal. El I Ching se valora y distingue como libro sagrado. Al igual que la Biblia, el Bhagavad-gītāo, o la Torá. Posee la particularidad de considerarse además de un libro de sabiduría profunda, un invalorable texto de conocimiento y consulta, tanto de indagación personal, grupal o social.

La sabiduría de este milenario libro, que se remonta a un tiempo mítico, dado que el mismo proviene de las observaciones obtenidas por Sabios y Santos de la antigüedad. Estos hombres de conocimiento, al observar el movimiento del cielo en correspondencia a los ciclos de la naturaleza, supieron representar mediante símbolos abstractos, una realidad multidimensional en continuo movimiento. De este modo, le imprimieron su conocimiento profundo y esotérico sobre la humanidad, el universo y sus ciclos.

Terapia Metamórfica

Esta técnica delicada y sutil, nos propone estimular con suaves toques, los puntos reflejos espinales de los pies, también manos, cabeza y columna. De este modo estimulamos y reactivamos la fuerza vital del periodo prenatal, desde el momento de la concepción hasta el nacimiento. Siendo ese el tiempo dónde se establecen entonces las capacidades y potencialidades del Ser.

En el toque metamórfico se activan las principales zonas determinadas por el “Padre” que corresponde al momento de gestación y la “Madre” al momento del nacimiento.

Así, nuestra vida, a partir del nacimiento, se basa en este período prenatal y recibe una gran influencia de su parte. Durante los nueve meses de gestación nos vemos sometidos entonces a la influencia de infinitos factores: desde el carácter de nuestros padres, el entorno cultural, físico en el que viven, el desarrollo de su conciencia, unidos a influencias cósmicas de carácter inmaterial. Todos estos factores dan forma a los patrones de nuestra vida y quedan establecidos en ese período.