I Ching en Buenos Aires El Pozo de Agua

El Sabio que habla a través del I Ching

Hay un viejo dicho que dice

“Cuando el alumno se encuentra preparado encuentra al maestro”

La técnica de consulta a I Ching nos permite entablar un dialogo con el texto como si conversáramos con un sabio maestro chino.

I Ching en Buenos Aires El Pozo de Agua. Exagrama Cuatro

El Hexagrama La Necedad Juvenil (hexagrama 4) hace referencia al encuentro con el maestro. Uno se acerca con entusiasmo y respeto y este nos muestra el desenvolvimiento de los mundos sutiles. Nos advierte y aconseja el camino a tomar, nos abre una perspectiva más amplia, tanto para el que enseña como para el que aprende.

El Sabio que habita el I Ching como entidad, hace que nuestra luz interior se manifieste, siempre que seamos lo suficientemente humildes para someternos a las enseñanzas de este gran maestro.

Quizá, las primeras veces que nos acercamos a este maestro, ciertamente lo hagamos desde el desconocimiento, sin saber muy bien como acercarnos. Sin embargo, esto no es motivo para detenernos, todo lo contrario. Al respecto la quinta línea de este hexagrama plantea:

“Necedad infantil aporta ventura.

Un hombre inexperto que de manera infantil y sin pretensiones busca enseñanza, tiene todo a su favor, pues quien libre de soberbia se subordina al maestro, se verá estimulado con toda seguridad” (…)

el Dictamen del mismo hexagrama plantea…” solo es preciso dar con un maestro experto, y enfrentarse con él del modo debido. Para ello hace falta, en primer lugar, que uno mismo advierta su propia inexperiencia y emprenda la búsqueda de un maestro.”

I Ching en Buenos Aires El Pozo de Agua. Respeto al Oráculo

También nos advierte sobre el abuso en la consulta. Por ejemplo, cuando no conformes con la respuesta insistimos en una pregunta, como tentándole a ver si cambia de opinión, podemos recibir este hexagrama como un aviso para detenernos “…Al primer oráculo doy razón. Si pregunta dos tres veces es molestia. Cuando molesta no doy información…”

Es verdad que un maestro esta para que se le haga preguntas, pero también es comprensible que por alguna razón él decida callar. Solo es cuestión de esperar, y la respuesta llegará a su debido tiempo.

Cuanto más estructurado sea nuestro pensamiento, más difícil nos resultará aprender. Sus mensajes muchas veces se plantearán de forma literal y otras de manera simbólica. Esta, es la manera que tiene el I Ching de entrenarnos para mantenernos flexibles. Ágiles, con la mente abierta y desestructurada. Pudiendo de esta forma, comprender el mensaje que se encuentra en nuestro hexagrama. Manteniéndonos en un estado de vacuidad respecto a nuestros prejuicios, inocentes y receptivos.

Y es así como poco a poco descubrimos que el sabio que habita el I Ching no se encuentra solo en el corazón de la antigua China. Sino que forma parte de nosotros mismos.

Laura Paradiso